La fauna silvestre en cautiverio: un mal innecesario

Ya sean especies exóticas o especies silvestres autóctonas, su manejo en cautiverio conlleva una gran responsabilidad humana para garantizar el bienestar de los animales.

En la década de 1980, el narcotraficante Pablo Escobar importó tres o cuatro hipopótamos de Estados Unidos para su zoológico privado. Hoy, cuatro décadas después, las autoridades colombianas estiman que en el país hay —fuera de control— entre 65 y 80 ejemplares de esta especie originaria de África.

Cuando Escobar murió en 1993, su finca quedó en ruinas y algunos de los animales exóticos que el capo de la cocaína mantenía en cautiverio tuvieron que ser buscados en un refugio. Sin embargo, ningún zoológico colombiano quiso hacerse cargo de los hipopótamos, que pueden llegar a pesar hasta tres toneladas y son muy agresivos.

Se han documentado varios casos de especies exóticas invasoras en todo el mundo que, como los hipopótamos, pueden desequilibrar ecosistemas enteros. Estos intrusos se convierten en auténticas plagas, devorando presas que carecen de defensas contra ellos o desplazando a competidores autóctonos. La mayoría son introducidos por el hombre.

En Costa Rica, las poblaciones del Caribe sur enfrentan desde hace más de diez años la invasión del pez león (Pterois volitans), nativo del océano Índico y famoso por sus voraces hábitos alimenticios. Su presencia significa una amenaza para especies marinas de valor comercial que habitan las costas limonenses, como langostas, camarones y pargos.

Recientemente, el debate público sobre la reproducción y existencia de más de 300 animales exóticos en un sitio de exhibición en Liberia, Guanacaste, despertó el interés de algunos sectores, quienes se mostraron preocupados por el manejo y los riesgos que implica la tenencia de especies foráneas.

Especialistas de distintas ramas de la biología y la medicina veterinaria, de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Nacional (UNA), advirtieron en un conversatorio digital que las especies exóticas constituyen un gran riesgo para la conservación de la biodiversidad nativa.

Costa Rica, un país que vive del ecoturismo, debería enfocarse en cuidar las especies nativas, ya que son las que los turistas extranjeros vienen a observar. Además, muchas de ellas están en peligro de extinción. Para asegurar la supervivencia de sus poblaciones, es una prioridad proteger sus hábitats naturales.

Bienestar animal

En el mundo, cada vez hay más voces que desaprueban el confinamiento de animales salvajes en zoológicos u otros lugares, con fines comerciales y de exhibición.

Gilbert Alvarado Barboza, docente de la Escuela de Biología de la UCR, considera que la práctica de utilizar animales como objetos de exhibición debe quedar en el pasado, por los efectos que esto les provoca.

“La era del entretenimiento y de los selfies con animales debe terminar”, insistió el investigador.

Según los científicos, debe primar el bienestar y el respeto al animal como individuo. El concepto moderno de bienestar define una serie de condiciones para alcanzar un estado satisfactorio (ver recuadro).

En este sentido, aún queda mucha educación para que los humanos aprendamos a comportarnos cuando estamos delante de un animal, desde saber que no hay que alimentarlo hasta darle su espacio.

La vida en cautiverio provoca un cambio en el comportamiento natural de los animales, ya que el entorno artificial les priva de ciertas estrategias para reproducirse o incluso aprender de sus padres cómo sobrevivir.

 

 

Los turistas vienen a Costa Rica para observar especies silvestres nativas y no exóticas, por lo que se debe priorizar la protección de nuestros animales y sus hábitats. Foto de Laura Rodríguez. Perezoso, Guápiles

 

 

“Las especies de manera natural, en su ambiente silvestre, pueden escoger a su pareja, como lo hacemos los seres humanos. Hay una serie de cortejos y comportamientos en torno a la reproducción, que muchas veces tienen que ser privados en cautiverio”, señaló Laura Porras Murillo, bióloga del Instituto Internacional para la Conservación y Manejo de la Vida Silvestre (Icomvis) de la UNA.
Sin embargo, es necesaria la existencia de centros de manejo de vida silvestre creados con fines de conservación ex situ (fuera de su entorno natural) o para el rescate de animales que de otra manera morirían.

“La reproducción debe hacerse con objetivos muy claros, deben existir estudios que lo justifiquen y un programa muy bien estructurado con profesionales que lo manejen”, explicó Porras.

Los sitios de manejo deben cumplir con ciertos lineamientos establecidos en la legislación nacional e internacional para brindar la mejor calidad de vida a los animales. Por ejemplo, criterios de alimentación, medicina preventiva y, en general, personal capacitado para poder atender adecuadamente a estos animales.

En realidad esto no es así. Hay lugares con un buen manejo y otros que funcionan sin un propósito definido. Por lo tanto, corresponde al Estado y a sus entidades técnicas establecer protocolos estandarizados para el tratamiento de los animales en cautiverio en todo el país.

Asimismo, urge poner límites a los centros que exhiben especies exóticas, pues de lo contrario la situación puede salirse de control, como ocurrió en Colombia. Esto no implica que haya que sacrificar a los animales, enfatizaron los expertos.

Manejo delicado

El tratamiento de especies en cautiverio es una responsabilidad compleja que abarca muchos aspectos, más aún cuando se trata de especies exóticas.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que los animales fuera de su entorno natural no pueden realizar las funciones para las que han evolucionado durante millones de años. Entre ellas, la dispersión de polen o semillas, el control de plagas y enfermedades y el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas, entre otras.

Por lo tanto, el ambiente artificial que se genera en cautiverio no contribuye a perpetuar la especie en el tiempo, como está científicamente comprobado.

“Los animales que han permanecido en cautiverio durante muchos años o toda su vida tienen dificultades cognitivas que no les permiten adaptarse con éxito en la naturaleza”, afirmó la veterinaria Marta Cordero Salas, gerente del Las Pumas Rescue Center, located in Cañas. , Guanacaste.

Especies autóctonas: son todas aquellas que habitan de forma natural dentro de nuestro territorio.

Un segundo aspecto muy importante a considerar es que la falta de relación de los individuos en cautiverio con otros de su especie les provoca depresión y estrés, lo que los debilita y hace que enfermen e incluso mueran.

Además, desde el punto de vista genético, la reproducción de la fauna salvaje en cautividad debe realizarse con mucho cuidado, ya que podría producirse endogamia o reproducción entre animales emparentados, lo que, a lo largo de muchas generaciones, provoca defectos y enfermedades.

Como señala el biólogo de la UNA, incluso en aquellos casos en los que se quiere repoblar un grupo en declive, hay que tener criterios científicos para elegir a determinados individuos. Por ejemplo, conocer de dónde vienen, su estado de salud y su origen genético, aspectos que muchas veces son difíciles de determinar.

Gustavo Gutiérrez Espeleta, especialista en genética de la Facultad de Biología de la UCR, remarcó que “el argumento de reproducirse en cautiverio para evitar la extinción no es cierto. Esto no contribuye a la supervivencia de la especie, porque se está reproduciendo entre pocos individuos, y eso implica un deterioro de su genética a futuro”.


Turtle Parque Zoológico Zoo Ave
Es el estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere. Este concepto incluye las cinco libertades, enunciadas en 1965, y son responsabilidad de los seres humanos. Según esas libertades, los animales tienen derecho a vivir: -Libres de hambre, sed y desnutrición. -Libres de temor y angustia. -Libres de malestar físico y térmico. -Libres de dolor, lesiones y enfermedades. -Libres de manifestar su comportamiento natural. Fuente: Organización Mundial de Sanidad Animal.

From: https://www.ucr.ac.cr/noticias/2020/11/10/fauna-silvestre-en-cautiverio-un-mal-innecesario.html

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